Existen momentos en que alguna emoción nos nubla la razón, como el enojo, el miedo, etc. Cuando esto sucede cometemos actos o decimos cosas que pueden herir a nuestros seres queridos o a nosotros mismos. Literal, hacemos las cosas sin pensar. Generalmente son reacciones exageradas y sin medir verdaderamente las consecuencias de nuestros actos. Ya lo decía Aristóteles: «Enojarse con la persona correcta, en el momento exacto y con la dosis justas, es todo un arte»
Reaccionar implica que a cada estímulo le sigue una respuesta, ahora bien si respondemos estamos incluyendo nuestra subjetividad y podemos elegir nuestra respuesta. «Todo lo que te enfada, te domina» BUDA. Cuanto más nos alejamos de la situación y practicamos la pausa, mejor podremos responder a lo que esta sucediendo.
«Entre estímulo y respuesta hay un espacio. En ese espacio está nuestro poder para elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta radica nuestro crecimiento y nuestra libertad.» Viktor E. Frankl. Es vital para todo ser humano hacer uso de esa libertar y responder conscientemente. Seamos activos, no reactivos, ahí esta la clave.
Algunos consejos para aprender a responder, no a reaccionar
- Escucha
Escucha cuál es el problema con mucha atención. Entiende de qué se trata el conflicto y antes de reaccionar, usa tu comprensión. Si tu cuerpo comienza a enviarte señales de alerta, pon atención a lo que está sucediendo.
- Respira
Lo primero que querrás hacer es reaccionar de forma impulsiva pero, en vez de eso, tómate un momento para respirar, calmarte, tratar de estar tranquilo y tener disposición a resolverlo de la mejor manera.
- Analiza
Con la mente y las emociones en calma, analiza el problema. Observa cómo te afecta, qué posibilidades tienes, cómo puedes abordarlo, Identifica tus emociones. Trata de reflexionar sobre que emociones son las que estás viviendo.
- Resolve
Empieza a proponer soluciones. No te aferres a una idea y abre tu mente y tu corazón a distintas posibilidades. Escucha las recomendaciones de los demás y trata de incorporar todas las posibilidades a la resolución.
- Identifica el detonador
Reflexiona que es lo que verdaderamente te está causando tal reacción. Desmenuza el detonador, intenta ver el conflicto desde todos las perspectivas no solo la tuya, asume tu responsabilidad en el conflicto.
- Perspectiva y comprensión
Trata siempre de ver el problema desde distintas perspectivas. No te cierres sólo a tu visión ni a tu juicio. Trata de mirar la situación desde distintos ángulos. Entender que lo que para vos es un problema, para otros es una solución. Sé sensible a ponerte en los zapatos de los demás y a no concentrarte sólo en lo que tú piensas o sientes.
- Todos somos diferentes
Cuando alguien hace o dice algo que no te parece, recuerda que todos pensamos y sentimos distinto. No siempre tenemos que estar de acuerdo con lo que dicen los demás. Aprende a ser tolerante y a respetar las diferencias.
- Nohieras
Cuando nos enojamos podemos reaccionar de forma equivocada y decir o hacer cosas de las que podamos arrepentirnos. Ante dicho impulso, respira, piénsalo dos veces y mejor espera a sentirte más tranquilo para responder en vez de reaccionar.
- Tiempo al tiempo
Quizá te tome un rato d arte cuenta de cómo resolver el problema, cómo reaccionar a él, cómo no exaltarte, cómo tomar una respiración profunda. Practica la pausa consciente.
«A un hombre se le puede quitar todo excepto una cosa: la última de las libertadeshumanas – elegir su actitud en cualquier conjunto dado de circunstancias, elegir su propio camino». Viktor E. Frankl
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